La vida de un hindú, desde su nacimiento hasta la muerte, está marcada por los samskaras o rituales purificatorios; que sirven para proteger el cuerpo y la mente de males físicos y psíquicos. Samskara significa «un acto perfecto». Estos son los sacramentos del hinduismo, ceremonias altamente benéficas, purificatorias y santas, que ayudan al ser humano a mantenerse en armonía con las leyes metafísicas. Erradican el mal karma e incrementan las influencias propicias de la naturaleza material. Su finalidad es progresar de forma pacífica hacia la existencia última, llegar a lo absoluto, a Dios.
A través de los rituales se puede santificar la relación entre padres e hijos, marido y mujer, maestro y discípulo, vivos y muertos, santos y Dios.
Los samskaras rechazan las influencias malignas de los mundos visibles e invisibles, y atraen las bendiciones de los santos y de las Divinidades.
El Homa o ritual de fuego también es conocido como Hawan y Agni-hotra. En el Homa no se adora directamente a la deidad, sino que se dibuja un yantra (figura geométrica) en el altar, que representa la deidad que se va a adorar. El Homa va acompañado del canto de himnos y mantras védicos, ofrendas de ghi (mantequilla clarificada) al fuego sagrado y mudras (gestos misticos).
Hay dos tipos de Homas. Unos son los que se hacen exclusivamente para el beneficio espiritual de la gente, y otros para el bienestar de una familia en particular.
En el Homa pueden participar todo tipo de personas sin distinción de credo, raza o sexo; solo se pide mantener una actitud respetuosa y meditativa y seguir las instrucciones del Purohit (sacerdote) para ser partícipe de la ceremonia. En esta se genera gran cantidad de energía positiva, se purifica mente, cuerpo y espíritu. Culturalmente nos ayudará a comprender mejor el contexto histórico y espiritual del Yoga.